Después, el cielo será demasiado azul. Tu cabello, techo descapotable, será un enmarañado mapa callejero. Entrará el ozono por tu crisma partida y las lágrimas-bombero apagarán el fuego de tu amor -a pies juntillas sobre la escalera de incendios-.
Tus ideas te verán desmayada, decidirán violarte mientras yaces inconsciente y
te reanimarán después de eyacular sobre tu boca poniendo en hora los cuatro
puntos cardinales de tu rostro. Tus ideas salvavidas serán tan monstruosas que
dormirán en la cueva de Alí-Babá, y serán protagonistas del gang bang de los ladrones de tu espíritu.
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