viernes, 17 de julio de 2015

La mirada

El escritor lee, contempla, relaciona lo leído y lo contemplado con vínculos insospechados y lo formula después de alquimizarlo en su athanor sináptico, de una forma original. El poeta, como el mago, suele beneficiarse del procedimiento analógico, la asociación libre, la lluvia de ideas, etc. Después del chispazo, todo dependerá de su habilidad  de orfebre para construir la escalera de Jacob, todo dependerá de su habilidad técnica con el lenguaje, pero esa maestría sería hueca, datofágica o pedante si no hubiera algo más: un mensaje, un mensaje invariablemente relacionado con la emotividad humana. 

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